¿Cuántas veces has pedido un plato por el aspecto que tenía al verlo en otra mesa? Es habitual que lo hagamos. Pasamos junto a otros clientes y al ver lo que están pidiendo nos apetece y pedimos lo mismo, o al menos preguntamos qué es.
La fotografía de gastronomía persigue el mismo fin pero sin tener que esperar a que el cliente vea lo que otros están comiendo. La gente busca en internet información del restaurante, ven la carta y quieren ver qué aspecto tiene lo que quieren pedir.
Las búsquedas de cartas y menús en internet y redes sociales es cada vez más importante, casi más que la carta que entregan en el restaurante.
Pero aún son muchos restaurantes los que tienen fotografías antiguas o de mala calidad que hacen que el posible cliente pierda el interés.
También hay restaurante que optan por comprar fotografías de stock, buscando conseguir imágenes de calidad a precios económicos. Esto es un grave error porque quien vea estas imágenes espera que los platos sean iguales, pero nunca podrán comer esa hamburguesa o esa ensalada que han visto en la web, porque simplemente no existen. Esto implicará casi seguro un descontento y todo lo que ello conlleva a nivel comentarios.
Por tanto, todo restaurante que quiera crear una necesidad de comer sus platos debe mostrarlos con la máxima calidad de imagen y detalle, con imágenes que abran el apetito.
El olor es otro factor que influye en que el cliente pida un plato, pero eso no está en nuestra mano. Nosotros podemos ayudar a tu restaurante en conseguir imágenes que resulten atractivas y abran el apetito.
Pero nuestro trabajo puede ir más allá y entramos hasta la cocina. No hay nada que genere más confianza que mostrar cómo se cocinan esos platos o cómo se amasa ese delicioso pan que vamos a desayunar en casa. Así, nuestros servicios pueden incluir imágenes sobre el proceso de elaboración.